Vuelven a verse campos inundados de luz.
Vuelven los jaramagos
¿No te has fijado cómo se cimbrean
con el viento de marzo?
El jaramago, pregonero de primaveras,
‘chivato’ o catalizador ecológico: su presencia masiva denuncia campos baldíos, jardines descuidados,
solares recién recalificados o dispuestos a ser engullidos por el cemento…
Su presencia es un signo de degradación de los campos,
siendo cada vez más prolifera porque hay más cultivos abandonados.
Y más ahora en la crisis, donde construcciones y terrenos han quedado a merced del aire y viento…y de los tribunales.
No busquemos en ella temas de baladas, ni versos donde los Poetas la canten,
ni fotógrafos que la ensalcen. No es un nenúfar y no crece en jardines reales.
Es sólo una sencilla flor de cuatro pétalos. Amaranta.
La tenemos a nuestro lado,
y que siempre nos acompañe, como nos acompañan los gorriones.
Estos también están de nuestra parte.
Disfrutemos de lo que tenemos cercano.
Vuelven los jaramagos
¿No te has fijado cómo se cimbrean
con el viento de marzo?
por Justi.
«Este despedazado anfiteatro,
impío honor de los dioses, cuya afrenta
publica el amarillo jaramago,
ya reducido a trágico teatro.
¡Oh fábula del tiempo! representa
cuanta fue su grandeza y es su estrago.»
(Oda a las ruinas de Itálica, de
Rodrigo Caro )
A escasos cien metros de mi casa, sí que sí, los jaramagos, sin conciliar permisos de nadie, en su espectacular sencillez hacen ‘como que cantan luces de amanecida’.
Por menos, alegres, ni temen venga la pala excavadora, esa que todo lo echa abajo, y los abisme para siempre.
De momento, lúcidos de color que solo sabe brillar: Amarillo y gentileza.
¡Preciosidad, Justi, el post!
Un abrazo
OH! las excavadoras que todo lo aplanan para dar acogida al cemento…
son tiempos de derribo.
Mientras tanto, estos jaramagos son luz para los ojos,
nos lanzan sol desde abajo,
y lo cubren todo, piedras y basuras, en los descampados.
¿Qué más sencillo que ese vaivén amarillo en los campos,
y a la vez tan hermoso?… como vuelo de pájaros.
Gocemos de la naturaleza, la respetemos.
Gracias por tus palabras MPilar.
Un abrazo.
Desde hace años estoy impactado por los jaramagos: plantas y flores humildes que nadie cuida y que todo el mundo desprecia, pero fuertes y poderosos, capaces de ocupar la tierra y de sembrar nuestra mirada dew vigor y de belleza. Desde entonces les canto como sé, con palabras y con la vibración y la magia de su orden hasta formar poemas. Ahí te mando el primero de ellos para compartirlo contigo. Un abrazo amarillo de jaramago, amigo
JARAMAGO.-
Ha sido jaramago, escándalo amarillo,
cuyo trasunto en flor humilde se estremece
mientras borda brisa fresca en los caminos.
De su arcana semilla,
junto al arcén postrada,
escombro, olvido,
al parecer simiente de la nada,
este abril, de goces rencoroso,
ha penetrado las oscuras galerías,
ha barrenado los hilos de la vida
con húmedo vigor,
y ha logrado el milagro.
La explosión ha sido en verde,
y el culmen amarillo, como un manto de oro.
Lirio morado pudo ser, pudo ser cardo,
amapola sangrante, margarita.
¡Tanto azul incorruptible,
tanto sol implacable,
tanto polvo acumulado en las orillas,
tanta plegaria inútil!.
De imposible embarazo, parto al fin exuberante.
Se llama jaramago y culmina, de momento, los anhelos,
reconcilia los temores del desierto,
a la vez que proclama
la síntesis de vida que aguardaba en la tierra
su preciso momento de hornacina,
de esplendor, de insultante presencia.
¡Aquí está para contarlo!.
Hola, Antonio,
conozco tu acercamiento a estos jaramagos, flor de tus poemas.
Son varias las veces que te he leído al ensalzarlos.
Explosión amarilla de vida.
Pudieron ser, como dicen en tu buen poema, lirios morados orilla el río,
o amapolas sangrantes, margaritas, violetas, retamas…
todas ellas sencillas, representantes del pueblo llano,
pero son jaramagos y proclaman la vida más natural
participándonos de su esplendor.
¿Qué más persuasivo al caminante que verlos a su lado,
lavando la tierra abandonada, alma subida,
ansiosos por retener todo el sol?
Es un canto a la obra del trabajador, al ciudadano…
Gracias por dejar tus palabras, tu verso.
Cuando vaya paseando escucharé su canto,
luz del jaramago, voz del humilde caminante.
Un abrazo.
Hola Justin: Los jaramagos también se utilizan como base en la elaboración de una popular comida, el Potaje de Jaramagos. Se pueden comprar en los mercadillos municipales, pero lo mejor, si los conocemos bien, es recogerlos en el campo durante el invierno. Me encanta el color que tienen, ese amarillo sol. Gocemos de ellos. Un beso poeta
No me había entretenido, Águeda, en mirar la aplicación culinaria de esta flor.
Pero veo que sí, que es un buen complemento para los potajes, y con propiedades expectorantes en esta época de fríos y catarros.
Y es justo ahora cuando salen por el campo cuando apetecen platos sanos, platos de cuchara.
Sientan de maravilla, con recuerdos a infancia.
Y además la podemos encontrar fácilmente en el campo salvaje y abandonado, en caminos,
pedregales.
Y tras estas lluvias abundantes que hemos tenido aún más.
Ya ves, nos ofrecen luminosidad, nos dan base para la poesía
y también para la cocina.
Gracias por recordarlo.
Un abrazo.
En realidad no sabía como se llamaba esa planta que conozco muy bien,
llena de color las linderas de los sembrados que hay enfrente de mi casa,
y como dices, la he visto adueñarse también de las parcelas que esperan
nuevos inquilinos, primero la excavadora y luego el ladrillo,
para después ser sustituidos por el color de las rosas cultivadas,
las risas de los niños y los ladridos de los perros…
En un viaje que hice el año pasado, antes de aterrizar,
se veían enormes campos de ese mismo tono dorado,
similar a la foto que has puesto,
dije, parecen las plantas silvestres que crecen en la primavera por todas partes,
sin saber el nombre,
no eran jaramagos, desde luego, eran campos de colza…
La naturaleza, generosa, grandiosa pero también humilde,
al lado de cascadas maravillosas, montañas espectaculares
y tantas otras cosas bellas, nos ofrece también sus regalos humildes,
pero igual de bellos, como esta flor que anuncia la primavera,
las amapolas, el romero florido, las lavandas, las margaritas…
aunque por aquí aún no han llegado,
pero llegarán…
Un abrazo
Es que nos están casi tapando el campo entre tanto cemento, Valcarce,
de ahí que nos fijemos en las alturas edificadas y en los jardines botánicos
más que en los jardines naturales
entre caminos y pedregales.
Y pasamos sin percatarnos de que hay estas flores amarillas, jaramagos
meciéndose en el viento,
como de las malvas frondosas, o pequeñas violetas
que embellecen el espacio al lado de muros derruidos.
Nuestra ajetreada vida no está para apreciar estos bellos detalles de la
naturaleza, humana y ambiental.
Y sin embargo ¿Qué hay de más importante que el vuelo de las abejas
posándose sobre las flores en primavera para fructificarlas?
¿o una mano rugosa que pasa a nuestro lado
aferrada a un bastón? o un pordiosero con la mano extendida?
Probablemente no lo haya.
Por eso, de vez en cuando es bueno que nos fijemos en este escenario natural:
un rosal abriéndose,
un caracol lentamente reptando,
un rodal de minúsculas florecillas
bordeando los caminos,
las hojas dorados otoñales cayendo al suelo
y bailando al viento.
o el rumor de agua del arroyo en los días de fuerte lluvia.
Sólo así tendremos ojos para aquél
que pasa a nuestro lado…
Gracias por tus palabras siempre complementando estos mis pequeños posts.
Un abrazo.
Qué bien has desentrañado el poema, Justi. Es verdad que tenía una deuda con la vida y me liberé en parte cuando vi que me brotaban esos versos. Es como si la propia vida se encargara de encontrar armonías y belleza por sí sola, sin necesidad de aderezos, en cualquier lindero del camino o campo valdío. He seguido impactado cada Marzo con los jaramagos y han salido más versos. Este blog amigo me parece un buen lugar donde se puedan ver, con tu permiso.
Otra vez jaramago
vigor a toda prueba,
de nuevo abril pletórico.
Otro manto amarillo,
señales que definen,
impulsos esforzados
no sé qué de concordias
y armonías ancestrales.
Horada jaramago las pupilas
como un dardo amoroso y fulminante,
camina hacia secretos interiores.
ligados al latido,
al pálpito de vida.
Jaramago es la fuerza que va y viene
que sale y que regresa ,
lo mismo que una higuera
que un monte coronado
que un grito de dolor.
Como si, a fin de cuentas,
la vida sólo fuera
un solo panorama .
Imágenes diversas
que confluyen en fuente en unos casos,
o en color desbordante,
o en fragancias,
o en espinas en otros.
Todas salen de la tierra,
jaramagos al fin,
para acoplarse al tiempo
rebozando su cuerpo
con el sol, con el viento, con el agua
hasta que el devenir sin límite
las lleva nuevamente a la semilla,
una vez que han cubierto el ciclo de la vida.
El nacer y el morir, que son la misma cosa.
PERMANENTE DESAFÍO.-
Una vez y otra vez,
Como rueda implacable en forma de pregunta.
¿Es Abril? ¡Pues aquí estás!,
Borbotón amarillo, sin que nadie te busque.
No sé por qué me retas, jaramago.
Se me nublan los ojos con tu flor diminuta
Que toma posesión de los espacios, como un manto,
Y se adueña de la tierra llenándola de vida
Para qué tanta fuerza
Tanta inmensa belleza inevitable
Tanto clamor de luz por los caminos,
Orgullo de qué objeto si nadie te ha buscado
Si nadie te ha querido
Si de ti sólo se espera que te vayas
Es mas, extraños artilugios se dedican a borrarte de los mapas,
Pero tú parece que no entiendes
O tal vez no entendemos tu mensaje persistente
Contra viento y marea
Que se afirma en cualquier borde
Aunque nadie lo busque
Hay una cosa cierta, tu presencia.
Apenas se anuncia Abril y no hay barrera
¡A cubrir el espacio como si se tratara de un mandato!
Me niego a comprenderte
Sé que me estás hablando. Tanto empeño no puede ser baldío.
Lo reconozco. De acuerdo. Tú eres el más fuerte,
Para ti la presencia y el dominio.
Yo renuncio, no quiero competencia con tan gran enemigo.
Pero sé que estas palabras de tu vida y de tu muerte
Son estrictamente mías y aquí está mi venganza
En este desafío tan desigual con ser tan poderoso
Sólo puedo poner algunas letras para aliviar tu impacto
Que me envuelve en Abril. Llámale canto.
Agradecido, Antonio, por tus poemas.
Aquí estarán para contemplación
de todo el que pase por el blog.
Disfrutará del sentimiento que los llena
al mirar la luz que desprende por los caminos
esta considerada como pobre flor.
«Otra vez el jaramago
vigor a toda prueba»
La ecología, tan tristemente célebre en nuestros días por su deterioro,
tuvo a su primer y más fiel defensor a Francisco de Asís.
Ya ves, y este Papa Francisco lo ha sacado del templo para que nos muestre su amor por la naturaleza. a más de la pobreza (falta hace a la la Iglesia).
«Jaramago es la fuerza que va y viene
que sale y que regresa ,
lo mismo que una higuera
que un monte coronado
que un grito de dolor»
Francisco de Asís, hombre preocupado por el equilibrio entre animales,
plantas y seres humanos,
sabía que no importa cuán diferentes seamos,
todos somos criaturas de un mismo paisaje, tierra.
«Hay una cosa cierta, tu presencia.
Apenas se anuncia Abril y no hay barrera.
¡A cubrir el espacio como si se tratara de un mandato!»
Gracias por tu poema, Antonio,
aquí queda
entre pedregales, entre muros de cemento abandonados,
cantando entre esperanzas rotas,
como flor de Jaramago.
Un abrazo.
La naturaleza revive en primavera y hasta embellece los lugares abandonados de la mano del hombre. La explosión que se vive en esta estación es digna de admirar, de disfrutar y, por supuesto, de respetar.
Un abrazo, Justi.
Los verdaderos brotes los tenemos en la generosa naturaleza,
y todos aquellos que están en la calle protestando, alentando la justicia,
alzando la voz para que los poderes estatales nos arrasen como está sucediendo.
Y gente de la calle dignos de aplaudir. Esos son los brotes verdes.
Y jueces que buscan resortes legales contra el desahucio, y bomberos…
y médicos que se declaran objetores para atender a los inmigrantes en situación irregular,
y la solidaridad en atender a los necesitados. Todo esto sí que son brotes verdes
y no las falacias del Gobierno…
Y funcionarios, profesores etc… que a pesar de los recortes desempeñan su trabajo con el máximo esmero.
Un reconocimiento público para ellos.
Un abrazo, Fernando.